La Cruz de Mayo. Cabanillas
Al pie del jacobeo camino a San Salvador, la ruta que desde León se separaba del camino Francés a Compostela para acercarse a visitar las reliquias de la Cámara Santa de la catedral de Oviedo y, desde allí proseguir la ruta hasta Santiago, Cabanillas es uno de los pueblos del municipio más vinculado a la tradición jacobea.
Cada 3 de mayo Cabanillas celebra la festividad de la Vera Cruz o la Cruz de Mayo, promovida por la cofradía del Santísimo Cristo de la Vera Cruz de Cabanillas y la Junta Vecinal. Se trata de una cofradía centenaria a la que pertenecían no solo vecinos de esta localidad, sino de varios pueblos del contorno, por lo que la fiesta reúne a gran número de personas.
Desde la iglesia del Salvador, situada en la parte alta del pueblo, sale por las calles una concurrida procesión, acompañada por varios pendones, un ramo adornado para la ocasión, cruces, pendonetas, una imagen de la Virgen y el Cristo crucificado, hasta la ermita del Bendito Cristo, junto a la que existió un hospital de peregrinos sostenido por la cofradía.
A la procesión y los actos religiosos sucede una comida popular en la que, como es costumbre, se ofrece el tradicional escabeche y vino de la tierra. Después, no falta un animado baile.
La fiesta de la Cruz de Mayo es antigua y podría estar relacionada con la celebración pagana de los mayos, que festejaba la primavera mediante culto a los árboles. Al cristianizarse, el árbol podría haber sido sustituido por la cruz. La liturgia cristiana actual ha eliminado esta fiesta, por considerarla duplicada con la de la exaltación de la cruz que se celebra en septiembre. Cabanillas, sin embargo, conserva su tradición, aunque en vez de celebrarse el 3 de mayo, pasa al segundo domingo del mes, para facilitar la asistencia de vecinos y devotos.