El Cristo. Lorenzana
Lorenzana. 14 de septiembre
La Exaltación de la Santa Cruz, celebración popularmente conocida como el Cristo de Lorenzana es una de las más destacadas de todo el municipio de Cuadros y también, una de las más concurridas. A ella acuden vecinos no solo del ayuntamiento, sino de muchas otras localidades ribereñas del Bernesga.
Tras la misa solemne que se celebra en la ermita del Bendito Cristo, sale la procesión por el pueblo con una imagen Santiago, patrón del pueblo, otra de la Virgen y el Bendito Cristo. Era costumbre que la Virgen fuera portada por las mozas y el Cristo, por los mozos. Numerosos pendones acompañan la procesión y al retornar a la ermita, abren un pasillo y se inclinan al paso de las imágenes. Es también habitual hacer “bailar” las imágenes al son marcado por los músicos de la cofradía del Bendito Cristo de Lorenzana, que acompañan en todo momento a la procesión.
Al día siguiente, día de la Virgen de los Dolores, hay misa de difuntos. Antaño era tradición ir por las casas del pueblo pidiendo gavillas de centeno, de modo que todos los vecinos contribuían a sufragar los gastos de la celebración.
Aunque parezca raro, la veneración de Cristo y de la Cruz no fueron manifestaciones tempranas en las primeras comunidades cristianas. Cuenta la tradición que en el año 320 Elena, la madre del emperador Constantino, encontró la cruz donde murió Cristo, la Vera Cruz. En el lugar del hallazgo se construyó la basílica del Santo Sepulcro, para albergar la reliquia. Tiempo después, en 614, el rey de Persia Cosroes II, conquistó Jerusalén y para mostrar su desprecio por los cristianos, profanó sus reliquias: llevó la cruz a su reino y la colocó a los pies de su trono. Pero en 628 fue derrotado por el emperador Heraclio, quien recuperó la Cruz y la llevó de nuevo a Jerusalén, en persona, portándola a través de toda la ciudad el día 14 de septiembre. Desde entonces, en esa fecha, los cristianos celebran la Exaltación de la Vera Cruz.